Hoy se ha presentado el programa de atención y prevención de la Soledad No Deseada ‘Mejor en Compañía’, del Ayuntamiento de San Roque que desarrolla ASANSULL en la localidad, dirigido a personas mayores de 55 años. Al acto, celebrado en el Centro de Día La Ermita, no ha faltado la presidenta de la entidad, María Luisa Escribano, acompañando al alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix. Desde la entidad han estado también arropando la presentación el coordinador general, Ismael Vaca; la responsable del Servicio de Familias, Ocio y Voluntariado, Emilia Alcocer; y profesionales del área.

Por parte del Ayuntamiento de San Roque han sido la concejal de Igualdad y Asuntos Sociales, Eva Leticia Gil; y la técnico responsable de Servicios Sociales, Juana Gutiérrez, las encargadas de la presentación de las acciones. En el municipio sanroqueño se calcula que hay en torno a 700 personas mayores de 55 años afectadas por la soledad no deseada, lo que supera el número de personas usuarias de los talleres de memoria, más de 500, que también gestiona ASANSULL.

En este sentido se trata de localizar a estas personas para atenderlas, por ello en la presentación se ha solicitado a responsables de entidades sociales que participen en una “mesa radar” para su detección. En concreto, entre los presentes había representación de Cáritas, la Asociación de Jubilados El Azor, ONCE y Coordinadora Alternativas, así como varias personas mayores, tal y como ha informado el Ayuntamiento.

La presidenta de ASANSULL ha destacado el gran trabajo que se realiza desde el Ayuntamiento de San Roque, la estrecha colaboración que existe con la entidad visible a través de múltiples acciones, destacando el esfuerzo que se hace por los servicios sociales, haciendo especial hincapié en el alcalde porque «cree en las personas mayores».

Las personas mayores sanroqueñas que sufren Soledad no Deseada, muchas de ellas en situación de dependencia, disponen de este nuevo recurso para mejorar su calidad de vida.

Las actuaciones han empezado por la Sensibilización Social con una campaña de sensibilización y difusión con carteles, presencia en redes sociales y medios de comunicación, de carácter permanente, que pretende un cambio de mirada y una transformación social capaz de generar una red de apoyos naturales.

Le seguirá el Acompañamiento para estimular y capacitar a las personas para que sean capaces de ayudarse a sí mismas. En este apartado hay acompañamiento individual como entrevistas o encuestas; el Teléfono Amigo, que ofrece un acompañamiento individual telefónico de manera periódica; o Hablamos y me cuentas, consistente en un acompañamiento domiciliario a personas que presentan dificultades de salud y/o movilidad, limitando su autonomía y capacidad para salir a la calle y socializar. En cuanto al acompañamiento grupal se desarrollará Café en compañía, una acción que permite generar una red de apoyos naturales que potenciar la participación en el entorno más cercano de la persona.

Por otro lado se realizará un Mapeo con el entorno bajo el nombre Conoce tu entorno para conocer las características de cada zona con el fin de conocer previamente para planificar la intervención.

En el apartado de Integración Social se pretende la incorporación de manera plena y participativa en la sociedad de las personas usuarias. Desde esta perspectivas se propondrán dos acciones ‘Siempre acompañados’ y ‘Buena vecindad’.

Habrá una parte de Formación dirigida especialmente a las personas que quieran ejercer un voluntariado, pero abierta a la participación de cualquier persona que tenga sensibilidad con el tema. Se trata de aprender conceptos, enseñar cómo hacer las cosas para que el acompañamiento sea eficaz y empático.

La dirección del programa corresponde a la Delegación de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de San Roque y, entre otros objetivos, se busca estimular las relaciones sociales de las personas que sufren este problema, conectándoles entre sí y con su propio entorno, así como generar experiencias significativas para ellos. La soledad no deseada genera entre quienes la sufren angustia, temor, dependencia y aislamiento social, lo que a su vez provoca un aumento de enfermedades psicosomáticas en estas personas; mayor número de accidentes domésticos; incremento de estados ansioso-depresivos, así como de asistencia a los recursos socio-sanitarios para ser atendidos, sobre todo en dispositivos de alerta y urgencias, tanto sanitarios como sociales.